Consentimiento, deseo y adolescencia: la ‘ley del sí es sí’
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Consentimiento, deseo y adolescencia: la ‘ley del sí es sí’

Consentimiento, deseo y adolescencia: la ‘ley del sí es sí’

Consentimiento, deseo y adolescencia: la ‘ley del sí es sí’. No os podéis imaginar, lo que me cuesta hacer entender a los estudiantes de secundaria y bachillerato, a los que imparto el taller de sexualidad, la diferencia entre consentir tener una relación sexual y desear tenerla.

Y, no me extraña. La constante desinformación y manipulación de ciertos medios de comunicación y grupos políticos, tiene a jóvenes y adultos absolutamente confundidos.

Según la RAE, consentir significa permitir o condescender.

Es decir, si la adolescente o la mujer consienten tener relaciones, permiten al hombre tener sexo con ellas. 

El consentimiento nace de una desigualdad, uno desea, el que tiene el poder y otra acepta, por la razón que sea: por miedo, intimidación, chantaje, educación, etc… 

El consentimiento legitima la prostitución, los vientres de alquiler, el sexo sin ganas, las violaciones a base de miedo. 

Las mujeres a lo largo de la historia hemos aprendido que, cuando él quiere, tenemos que complacerle. 

Nos han enseñado, y es lo que están aprendiendo nuestras adolescentes, que debemos poner nuestro cuerpo a su disposición para satisfacer su deseo, tengamos gana o no. Estamos confundiendo deseo con derecho. Deseo de una parte de la sociedad, de los hombres, porque ellos creen que sus deseos siempre deben ser satisfechos. 

Desde que nacemos, somos bombardeadas con mensajes en los que se nos deja bien claro cuál es nuestro papel con el hombre: complacer. Así nos querrán y valorarán. 

Consentimiento, deseo y adolescencia: la ‘ley del sí es sí’

Veamos algunos ejemplos reales: 

Una chica de 15 años me contaba: ‘No quiero hacerlo en el parque por detrás, me duele y me siento incómoda, pero si digo que no, se enfada y el fin de semana estás de mala leche’.

Una madre de un colegio me decía entre lágrimas: ‘Hay días que estoy tan cansada que pienso decirle que no, pero entonces, no me da dinero para ir a la compra al día siguiente’. 

Una chica me explicaba: ‘Mientras me violaba no hice nada, me quedé quieta, no me resistí. Solo quería que acabara para irme corriendo’.

En todos estos casos hay consentimiento, pero, ¿hay deseo?

Consentimiento, deseo y adolescencia: la ‘ley del sí es sí’

La ley del sí es sí, no solo obvia el deseo de las mujeres. Sino que, en vez de defender a las mujeres, como es su obligación, beneficia a los depredadores sexuales. Más de 300 han sido beneficiados con rebajas de pena o de excarcelaciones. Algo que negaron y que ahora conocemos que sabían. Es un desprecio absoluto a las víctimas.

Por otro lado, si en el Ministerio se piensa que los jueces son machistas, ¿cómo facilita la bajada de penas? 

Debemos cambiar el foco. Tenemos que enseñar a nuestras hijas e hijos que las mujeres no estamos para satisfacer. Que el sexo debe ser DESEADO por los dos y no consentido. El consentimiento no hace más que reforzar la idea de satisfacer.

Está científicamente demostrado, que el sexo no es una necesidad básica para vivir, ni un derecho. Sin embargo, el consentimiento esté diseñado para legitimar que el deseo va a ser satisfecho por nosotras. 

¿Has explicado ya este asunto a tu adolescente? Te aseguro, que por lo que veo, en general, están muy liados y desinformados. 

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