
11 Feb Deporte en casa
No me gusta el gimnasio, ni el deporte en casa. A mí me gusta el deporte al aire libre.
Me fascina el montañismo (estoy federada) y el ciclismo y también me atrae enormemente la marcha rápida.
Solo me he inscrito en un gimnasio una vez en mi vida. Y, cuando llegó julio (porque yo, si me apunto, voy) me borré. Era un verdadero tormento por dos razones:
- Por un lado, llegar a casa muerta, cambiarme e ir al gimnasio, se me hacía muy cuesta arriba.
- Por otro, todos los días nos daban las tantas para la cena. Con pequeñas excepciones, mantenemos la costumbre de cenar en familia. Pero poco a poco fui viendo que, empezábamos a dejar de tomarla juntos. Supongo, que esta fue la verdadera razón por la que dejé el gimnasio. No quería dejar ese buen hábito. Tampoco me apetecía hacer esperar a mi hijo (mi hija ya no vive en casa) y a mi marido hasta tan tarde para cenar.
Había que buscar una solución. No quería sentir rechazo por una actividad que realmente me gusta tanto.
Como he comentado, el deporte ‘indoor’ tampoco me gusta, prefiero el deporte al aire libre. Pero, con nuestros trabajos, es bastante complicado poder practicar montañismo o ciclismo. De ahí que, la solución menos mala (para nosotros) era el deporte en casa.
Cada mañana de 6.00 a 6:40, para tocar el máximo posible de músculos del cuerpo.
Una buena opción para practicar deporte en casa es el TRX y las bandas de goma (que a mi marido le encanta) y va muy bien para completar el cardio, los abdominales y el resto de ejercicios que hacemos.
El único lugar donde podíamos habilitar un rincón –por espacio y estética– era nuestro despacho. Así que, allí lo montamos. Justo al lado de los títulos de la Universidad. No muy apropiado, pero no quedaba otra.
¿Me da pereza?
Quiero ser honesta, me da muchísima pereza. El acopio de voluntad que necesito es inmenso:
- No solo por la hora, cuando suena el despertador a las 5:55 me quiero morir.
- Si no porque este tipo de ejercicio no me va nada. A mi ‘queridísimo’, por el contrario, le encanta. Menos mal, así ‘tira de mi’.
¿Y, por qué no me voy a montar en bici o hacer marcha a las 6:00 de la madrugada?
Por dos razones: por tiempo y por miedo.
- 40 minutos en casa rinden más.
- Y miedo, porque desgraciadamente no me siento segura en la calle a esas horas. Hay algunos hombres (¡he dicho algunos, por favor!) que piensan que, una mujer –sola– haciendo deporte por sitios solitarios (de día o de noche, a ellos les da igual), es para su uso y disfrute. Y sí, me da miedo.
Es necesario y muy saludable que hagamos algún tipo de actividad física, la que más nos guste o mejor vaya a nuestro ritmo de vida. Es bueno para nosotros, y sobre todo, es el mejor ejemplo para nuestros hijos. Cuando mi hija y mi hijo eran pequeños, siempre salíamos juntos a hacer deporte los fines de semana. Ahora son grandes deportistas.
Te animo a intentarlo, te hará sentir muy bien. A ti ya a tu familia.
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