
23 Jun El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos
El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos. Es un hecho, que las pantallas se han convertido en el centro de la vida familiar, sobre todo durante el confinamiento. Una encuesta reciente asegura que muchos de nuestros niños, han estado más de 8 horas diarias frente a las tecnologías, durante estos casi tres meses.
Video de mi canal de YouTube.
Soy muy insistente con el asunto de las tecnologías, pero os aseguro que lo soy, porque hay evidencia científica, suficientemente relevante, para tomarse muy en serio este asunto. Os podría hablar de cientos de trabajos de investigación. Uno de ellos, que me encanta, pero hay muchos más, es de la prestigiosa revista The Lancet. En él se analiza el efecto que tienen las pantallas, durante un año, en 4.500 niños de 8 a 11 años.
Tras pasar un exhaustivo examen neuropsicológico, antes y después del estudio, se estudiaron sus capacidades intelectuales (vocabulario, memoria, atención, velocidad de procesamiento de información, etc…).
El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos.
Los resultados indicaron que si utilizaban las pantallas menos de dos horas al día (en España la media está por encima de las 3 horas, sin hablar de la cuarentena) mejoraban significativamente sus progresos cognitivos.
Además, comprobar, que existe una asociación directa entre el tiempo que los niños pasan con pantallas y la pérdida de horas de sueño.
Las emociones más comunes que sienten las familias que se dirigen a mi o que respondieron la pregunta que lancé ayer en stories, en relación al uso que hacen sus hijos de las tecnologías, son frustración, impotencia, angustia, culpa, preocupación, desasosiego y miedo.
También sienten inquietud acerca de la gran cantidad que están frente a las pantallas, las páginas que visitan, con quién se relacionan y cuánto tiempo deberían usar sus pantallas.
Los padres supervisamos dónde van nuestros hijos, con quién salen o qué comen y beben. Pues, de la misma manera, tenemos que supervisar y gestionar el uso que hacen de las tecnologías. Y lo tenemos que hacer porque, aunque venga bien o sea cómodo, su mal uso, puede tener efectos nocivos en nuestros hijos. Igual que lo tendría, si por comodidad, les diéramos todos los días Coca-Cola y salchichas para comer.
El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos.
¿Cómo es posible que vigilemos la hora de llegada de nuestros hijos, sus compañías, que no crucen la calle en rojo y les dejemos libertad para circular por esa amplia y descontrolada autopista que supone internet?
Podéis leer más aquí, aquí, aquí, aquí.
Es lógico, que durante el confinamiento hayamos sido más permisivos con nuestros niños (según diversas encuestas publicadas en Europa y EEUU, el consumo ha aumentado hasta un 30%). Era una situación de emergencia y el momento lo requería.
Gracias a las pantallas, nuestros niños han podido seguir estudiando, entreteniéndose y relacionándose. Pero, es el momento de tomar las riendas otra vez, porque como escribía en un reciente artículo,
‘La tecnología es la nueva adicción sin sustancia química’.
C. López Suárez
Tenemos que volver a las normas de antes del confinamiento, en cuanto a horarios, tiempos y contenidos.
El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos.
Según las recomendaciones de numerosos expertos, hasta los 6 o 7 años, los niños NO DEBEN tener contacto con pantallas, porque interfiere en el desarrollo de las funciones ejecutivas de la corteza prefrontal del cerebro, en el desarrollo de la imaginación y en la autorregulación emocional, entre otros.
Una característica común en los contenidos que ven, son cambios de escenas frecuentes y repentinos, colores brillantes y estridentes, etc. Si abusan, se acostumbrarán a dichos cambios, lo que chocará frontalmente con la realidad que viven en su día a día, que evidentemente, no es así de llamativa, ni estridente, ni colorida. Entonces, todo lo que haya fuera de las pantallas, será monótono y aburrido.
Igualmente, los tiempos son muy importantes. Cuando los niños empiezan a usar los dispositivos antes de la edad recomendada y más tiempo del aconsejado, se ha podido comprobar, que un creciente número de chicos, demuestran cierta agresividad, cuando los padres se los piden o retiran. Agresividad que va aumentando poco a poco y de forma silenciosa.
De los 7 a los 14 pueden iniciar algún contacto gradual, que nunca excederá de los 40 minutos diarios. No olvidemos que aún no tienen desarrollada la parte del cerebro que permite tener criterio, autocontrol o saber tomar buenas decisiones. Por tanto, tenemos que seguir pensando por ellos, aunque al tiempo, iremos formándolos para que aprendan a saber qué hacer, qué no y cómo hacerlo.
El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos.
Tengo un amigo policía, especialista de la plataforma Educando Proteges, que dice que los padres se escandalizarían si supieran lo que ven y cuelgan sus niñas y sus niños en internet, a partir de los nueve o diez años.
Los investigadores más prestigiosos y las principales Academias de Pediatría del Mundo, concluyen que, los menores de 14 años no deben tener dispositivos propios.
Y cuando los tengan, estableceremos normas claras de uso y supervisaremos, sin bajar la guardia. No os fieis de las aplicaciones de control parental, en exclusiva. Diversos estudios han demostrado, que se las saltan con triquiñuelas de lo más ingeniosas.
De los 14 a los 18 años irán usando los dispositivos de 1 a 2 horas diarias, de forma gradual, a medida que van demostrando madurez y autocontrol.
Para terminar, os recomiendo hacer plan digital con los horarios. Hablarlo, negociarlo, escribirlo y colgarlo en la nevera, para evitar conflictos y malos entendidos. Y, por supuesto, supervisar su cumplimiento.
El gran impacto de las pantallas en el cerebro de los hijos.
Por ejemplo, algunas normas importantes son:
- No usar las pantallas durante las comidas.
- Cuando las utilicen, hacerlo en zonas comunes.
- No dormir con el móvil dentro del dormitorio.
- Respetar límites y tiempos.
- Conocer los contenidos y las páginas que no deben visitar, etc.
- Demostrar que se tiene autocontrol.
Cada vez hay más estudios científicos que señalan que existe una relación que no es muy positiva entre el mal uso de pantallas, el desarrollo del cerebro y el comportamiento de niños y adolescentes.
De ahí que sea de suma importancia:
- Educarlos en buenos hábitos digitales.
- Y revisar nuestra cultura digital.
Espero haber respondido todas las preguntas que me habéis ido planteando. Si se me ha pasado alguna, os ruego que me escribáis y la resuelvo, si la sé.
Muchas gracias por escucharme y leerme y si te ha gustado, comparte.
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