Ha fumado porros o está borracho - hijosconexito
18166
post-template-default,single,single-post,postid-18166,single-format-aside,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-child-theme-ver-1.0.0,qode-theme-ver-13.3,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,wpb-js-composer js-comp-ver-5.4.5,vc_responsive
Ha fumado porros o está borracho

Ha fumado porros o está borracho

Ha fumado porros o está borracho. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un estudio sobre las conductas saludables de jóvenes y adolescentes en España.

Sé que los datos son pesados, pero quiero compartirlos muy resumidamente, para que seamos conscientes de la situación actual:

  • En relación al tabaco, en torno al 15% de niñas y niños de 15 años en adelante, fuma de vez en cuando. El 4%, a diario. Muchos señalan que comenzarnos a fumar en torno a los 11 años. 
  • En relación con el consumo de alcohol, más de la mitad de chicos y chicas de 13 años hacia arriba, bebe con regularidad y 1 de cada 10 se emborracha aproximadamente una vez al mes. Los chicos beben más que las chicas.
  • Aproximadamente 1 de cada 4 adolescentes consume cachimba y 1 de cada 5, fuma porros.
  • En relación a pastillas, cocaína y otras drogas de este tipo, lo consumen alrededor de un 5% de adolescentes.
Ha fumado porros o está borracho

En las últimas semanas, varias familias se han puesto en contacto conmigo, porque han observado que, de vez en cuando, sus hijas e hijos vuelven a casa en ‘mal estado’.

La adolescencia es un periodo crítico en el que el riesgo por el consumo de sustancias es particularmente alto, de hecho, el comportamiento de fumar y beber suele establecerse durante esta etapa.

Cuando sospechamos o nos enteramos de que nuestros hijos toman sustancias peligrosas, en un primer momento, suele aparecer miedo, rabia o incluso negación ‘mi hijo, no’. Y a continuación, llega la angustia por no saber qué hacer.

Siempre digo que el asunto de las adicciones y la sexualidad hay que trabajarlo en la infancia, pero si no ha sido así, nunca es tarde para comenzar.

Ha fumado porros o está borracho

Veamos algunas ideas que nos pueden ayudar en un principio.

Es duro lo que voy a decir, pero es necesario que nos autocontrolemos para actuar con serenidad, evitando dramatizar. Aunque el cuerpo nos lo pida, colocaros delante de nuestro adolescente y montarle una bronca de narices, puede ser contraproducente. 

Por ello, meditad con vuestra pareja, si la tenéis, y elegid un momento en el que estéis calmados y centrados. 

Seguramente, ahora caeréis en la cuenta de que, desde hace unos meses, su comportamiento ha cambiado. Y entenderéis señales, a las que no habíais dado importancia anteriormente. Por ejemplo:

  • Frecuentes cambios de humor en casa.
  • Está nervioso.
  • Tiene estallidos de rabia ante alguna negación.
  • Ha bajado en el rendimiento escolar.
  • Duerme menos y mal.
  • Ya no sale con sus amigos de la infancia a los que conocéis perfectamente.
  • Quiere salir a diario con los nuevos amigos.
  • Alguna vez falta dinero del monedero. 
  • Llega a casa con los ojos rojos y mareado.
  • Llega tarde.
  • No respeta normas.
Ha fumado porros o está borracho

Y, ¿qué podemos hacer?

En primer lugar, hay que recopilar información de con quién está y dónde está cuando sale de casa o del colegio. No se trata de espiar, ni dejar de respetar su intimidad, sino de conocer su entorno y saber qué hace. Hay que estar alerta a cualquier señal.

Tenéis que verificar qué sustancias está consumiendo.  No cometed el error de poneros una venda en los ojos. 

No demoréis la primera conversación. Elegid el lugar y el momento idóneo para hablar del tema. Hay que afrontar la situación sin pasarla por alto o restarle importancia. Informad a vuestros hijos de los riesgos y consecuencias de tomar alcohol y drogas con datos, sin dramas y calibrando las palabras. 

Dejad hablar a vuestros niños. No interrumpáis, no amenacéis y no acuséis.  También es difícil, pero mi tarea es daros algunas claves para ayudaros a gestionar este momento. 

Antes de sentaros a hablar, pensad detenidamente las consecuencias. No las decidáis sobre la marcha o enfadados. Luego, tendréis que ser firmes, aunque os de pena o, aunque ellos no las acepten. 

De entrada, prohibir algo, es poco efectivo. Como siempre digo, la prevención del consumo no empieza en la adolescencia, empieza en la infancia, pero si nos hemos relajado o no entran en razón, tendremos que utilizar los medios a nuestro alcance para frenar su consumo: diálogo, límites, disciplinaconsecuencias y autoridad.

Ha fumado porros o está borracho

Como ya sabéis, nuestros hijos no tienen madura la zona prefrontal, que es la que gestiona la toma de decisiones. Por tanto, puede ocurrir, que hagan algo indebido. Es nuestra responsabilidad estar pendientes, observantes y no confiar tanto en ellos. Sí, he dicho no confiar tanto en ellos. 

No podemos esperar que nos digan siempre la verdad. Por eso, tenemos que estar alerta. No se trata de vigilar y controlar. Se trata de no bajar la guardia. Se trata de estar atentos a señales que nos pueden indicar que algo pasa. Por supuesto, nunca está de más, pedir ayuda y asesoramiento si así lo estimamos oportuno.  

Si no lo hemos hecho con anterioridad, nos toca dotar a nuestros hijos de habilidades, para que sepan decidir qué quieren, sin ceder a la presión de grupo y saber cómo abandonar la reunión si no les gusta lo que hacen.

Honestamente, veo algunas madres y padres hiperprotectores, 

más preocupados de proveer de todos los caprichos a sus hijos que de coartarles ciertas libertades, 

que no dicen ‘no’ a sus hijos por temor a que se frustren,

que no les exigen responsabilidad, ni les piden cuentas.

Para terminar, si te apetece, me gustaría que compartieras algún caso que hayas vivido en tu entorno o que hayas conocido por familiares o amigos. 

Talleres online para madres y padres. Inscripción. 

2 Comments
  • Sahomi Castellano de Mosquera
    Posted at 11:01h, 16 diciembre Responder

    Excelente información, quiero participar de los talleres

Post A Comment