Mi hijo ve películas porno, ¿Piensas que es perjudicial?
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Mi hijo ve pornografía. ¿Es perjudicial?

Hoy he ido al hospital para hacerme las pruebas de preanestesia. Mi marido me ha acompañado en todo momento, sabe que me da miedo que me pinchen y ha sido cariñoso y atento conmigo. Las dos especialistas que me han atendido han sido inmejorables. Pero el hospital, las agujas, el electro y todo lo demás, me ponen un poco nerviosa. Pero hoy no vamos a hablar de hospitales, vamos a hablar de si es perjudicial o no que los hijos vean porno.

Cuando salía del hospital, loca de contenta, me encuentro a una persona que trabaja en el hospital y que me ha visitado en algunas ocasiones para tratar temas relacionados con Miguel de 16 años, su hijo mayor (nombre ficticio). Tras saludarnos, me pregunta de sopetón:

«Oye Carmen, Miguel ve porno. Yo me hago la loca, porque el pobre tendrá que desfogar. ¿Es perjudicial?»

Está muy extendido el porno –más brutal, sí, más brutal– entre los jóvenes (sobre todo, varones).

Muchas madres y padres, siguen educando a las chicas en el amor romántico y a los chicos en la libertad sexual, e incluso son comprensivos con la visión de pornografía.

Antes, los niños veían la revista Interviú, pero ahora, a partir de 10 años ya ven porno.

Es muy peligroso que jóvenes, e incluso niños y niñas, vean pornografía. Cuando un cerebro inmaduro, en formación, ve porno entendiendo que eso es ‘sexo normal’, normaliza esas actividades como el sexo que hay que practicar en las relaciones de pareja. Sin saber que, en la mayoría de esas situaciones, en realidad, se han producido violaciones contra la mujer y no sexo compartido con una pareja en situación de igualdad.

Actualmente, chicos y chicas inician las relaciones antes de que nadie les explique cómo ponerse un preservativo. Tienen acceso al sexo, pero no se le enseña a usarlo. Internet es su única referencia. Y en cada película de sexo que ven, la situación es similar:  pornografía y cosificación de la mujer, con un mensaje claro para ellas, ‘cuanto más les ofrezcas, más te van a querer; haz esto o aquello para que se lo pasen bien; si les permites más, no te abandonarán; cuanto más exuberante seas, mejor’.

Los padres debemos cuidar la educación sexual de nuestras hijas e hijos. Debemos controlar los contenidos que visitan en internet. Tenemos que explicarles qué es sexo y qué es pornografía. Les tiene que quedar muy claro qué es aceptable y qué no lo es.

Nuestros hijos necesitan tener otro referente distinto al de la pornografía de internet.

Necesitan saber qué es sexo real dentro de una pareja real.

Además, nuestros hijos varones tienen que:

  • Saber qué prácticas no son permisibles.
  • El significado de la palabra NO.
  • Qué valores son fundamentales en las relaciones con su pareja.

 

Todo ello no lo enseña la pornografía, solo se lo podemos enseñar los padres.

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