Acaba de ser publicado un estudio en la Universidad Complutense de Madrid en el que han participado más de 3000 estudiantes de 12 a 19 años de diferentes comunidades autónomas, que nos advierte de la en los centros de educación secundaria obligatoria.
Según la investigación, la mayoría de las víctimas son acosadas por su orientación sexual, nacionalidad, etnia, diversidad funcional o por el simple hecho de ser mujeres.
Y es que, un tercio de los estudiantes españoles de ESO y Bachillerato ha sufrido agresiones físicas, rumores falsos, amenazas por parte de sus compañeros, la mitad de ellos, de forma reiterada...
Muchos entrevistados concluyen que los teléfonos móviles y las redes sociales, han amplificado los problemas de convivencia escolar a través de comentarios racistas, motes, humillaciones a estudiantes con alguna necesidad especial, creando sticker con fotos hechas en clase sin permiso o suplantando la identidad de chicas, generalmente, creando perfiles falsos en aplicaciones de contactos, con teléfono y cara incluidos.
Es crucial, por tanto, prohibir los móviles en los centros escolares, al tiempo que se fomenta su uso responsable, seguro y respetuoso.
La educación, supervisión y control debe ser una prioridad en casa y la escuela para evitar que el discurso de odio siga creciendo en nuestras comunidades.
Los móviles han amplificado los problemas
Respecto a la manera de enfrentar este desafío, hay consenso entre estudiantes y docentes sobre la falta de formación, herramientas y recursos específicos para tratarlo. Subrayan la necesidad de contar con profesionales especializados.
Hace poco, recibía un mensaje privado de un padre (de los pocos que me siguen) que decía que ‘con tanta histeria feminista, estamos convirtiendo malentendidos y bromas entre chiquillos, en odio entre compañeros …. ya no se aguanta nada’ (sic).
Un hecho constatado es que los maltratadores y parte de su entorno tienden a banalizar y justificar estos actos que ofenden, denigran y humillan, aumentando el riesgo de que se conviertan en un asunto crónico.Según los datos, a las víctimas suele generarles un sufrimiento insoportable.
Esto es intolerable. Bajo ningún concepto, tenemos que aceptar la mala educación, las ofensas, las humillaciones o los insultos. No podemos consentirlas, ni en el más mínimo grado.
Los acosadores son niñas o niños que tienen comportamientos ruines y crueles.
El acoso exige una respuesta rápida y eficaz por parte del menor, de la familia, del centro escolar y de la administración, proporcionando recursos y personal para afrontar estas duras realidades.
Hay países donde se ha plantado cara al acoso escolar con resultados espectaculares.
No hay derecho que nuestras niñas y niños tengan que pasar por estas situaciones tan injustas y nadie haga nada.
¿Cuándo vamos a plantarle cara en nuestro país?
Soy Carmen López…
Doctora en educación, pedagoga, investigadora y fundadora de Hijos con Éxito.
Después de 30 años dedicada a la educación de familias y profesorado, quiero aportar mis conocimientos y experiencia para ayudar a construir una sociedad sana y equilibrada desde la educación de los más jóvenes.
Porque sin las herramientas adecuadas, la crianza se convierte en un camino difícil de transitar y lleno de culpas.
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