
28 Oct Sí a los deberes razonables, progresivos y adecuados a la edad
Sí a los deberes razonables, progresivos y adecuados a la edad. El sábado, 6 de noviembre, de 19:00- 20:30 (hora Madrid), impartiré online el Taller número 4, HÁBITOS DE ESTUDIO. ESTRATEGIAS PARA EL ÉXITO ESCOLAR y DEBERES.
Está destinado a madres, padres y profesorado con menores de todas las edades, pequeños también, porque nuestras niñas y niños tienen que aprender, desde pequeños, a ser autónomos, a la hora de hacer sus tareas escolares. Cuanto antes empiecen, mucho mejor.
Por favor, asistid con los hijos y por supuesto con vuestra pareja, si la tenéis y puede.
Inscripción: AQUÍ
Video YouTube: AQUÍ
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Hace unos días, participé en la Universidad de Sevilla, en un debate sobre la utilidad de los deberes.
Participé en calidad de investigadora y como docente durante más de 30 años. Independientemente, de que soy madre y tanto mi hija como mi hijo, han hecho deberes, porque me parece algo tremendamente positivo.
En algunos sectores está de moda verter opiniones sobre los deberes, no fundamentadas científicamente.
Incluso dicen que son contraproducentes y no sirven para nada. Lo he leído hace poco en un perfil de una que se vende como ‘experta en educación’. Pero, según su curriculum, sus estudios son de derecho y economía, aunque no lo aclara mucho.
Como es un tema sensible, he escrito un artículo con diversos argumentos basados en mis trabajos empíricos y en un elevado número de investigaciones expertos en educación que he analizado.
En resumidas cuentas, vienen a decir que, los deberes:
- Mejoran considerablemente las habilidades académicas y personales de los estudiantes.
- Afianzan lo aprendido y,
- Ayudan a nuestras hijas e hijos a desarrollar hábitos de vida saludables……..
Siempre y cuando sean razonables, progresivos y adecuados a la edad.
Sí a los deberes razonables, progresivos y adecuados a la edad
Una ambiciosa revisión de literatura de más de 100 investigaciones, llevada a cabo por Cooper, doctor en Psicología en Missouri y referente mundial desde hace más de 30 años, concluye que,
- En niños de Infantil y Primaria que hacen deberes, NO se observan grandes beneficios ni en sus resultados académicos, ni en su capacidad de aprendizaje. No obstante, se observan ligeros beneficios en cuanto a la capacidad de organización, en la autonomía y la implicación de la familia. (No podemos olvidar, como nos recuerdan en varias investigaciones, que la implicación de los padres no está relacionada con los títulos académicos o el nivel socioeconómico, tiene que ver con el interés que muestran por la educación de sus hijos y la actitud hacia lo escolar).
- Con respecto a los chicos de Secundaria, SÍ se observan ventajas, tanto académicas, como no académicas, si no superan 2 horas y media diarias.
Un estudio llevado a cabo por la Collage de Londres con 3000 estudiantes durante 15 años, sugiere que los deberes pueden ser beneficiosos en primaria, siempre y cuando no superen, progresivamente, los 90 minutos por semana y en secundaria si no superan las 3 horas por semana.
Un análisis con 4000 niños de 3 a 14 años, llevado a cabo en la Universidad de Oxford, asegura que el esfuerzo de hacer deberes, mejora considerablemente las habilidades académicas y personales de los estudiantes.
Otra investigación con casi 6000 alumnos, realizada por la Autónoma de Madrid, concluye que los deberes mejoran el rendimiento escolar, siempre y cuando sean adecuados a la edad y nivel de rendimiento del niño y sean corregidos en clase.
Según se recoge en el estudio Deberes escolares y rendimiento académico en Educación Primaria (2015) llevado a cabo por investigadores de las universidades de A Coruña, Oviedo y Minho (Portugal), el objetivo principal de las tareas escolares es ‘revisar el material que previamente se ha trabajado en el aula’.
Esta investigación aclara que el objetivo de los deberes en primaria debe estar relacionado con crear hábito de estudio y en los cursos superiores, deben ser actúan como una herramienta básica para enriquecer lo visto en clase.
Sí a los deberes razonables, progresivos y adecuados a la edad
Y así, podemos seguir comentando una larga lista de trabajos empíricos, que no se diferencian en mucho de los que acabo de mencionar.
Desde mi punto de vista, el asunto no es deberes sí o deberes no. Es el número de actividades extraescolares que tienen o el tiempo que están ante la TV o las tecnologías, sin control, ni supervisión. Muchos niños no quieren hacer los deberes porque llegan a casa a las tantas, después de haber hecho nosecuantas actividades extraescolares o tras haber estado parte de la tarde chateando.
De igual manera, alegar que es un foco de conflictos familiares, me parece que es como decidir, que nuestros hijos no van a respetar ciertas normas para evitar confrontaciones en casa.
La capacidad de estudiar, la autonomía y la organización en las tareas escolares se educan. De la misma forma que se educa el esfuerzo o el respeto. Nuestra responsabilidad es ayudar a nuestros hijos a entrenar progresivamente la capacidad de aprender e inculcarles el valor del esfuerzo personal.
Sí a los deberes razonables, progresivos y adecuados a la edad
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a hacer deberes de forma autónoma?
- A base de motivación y perseverancia. Lo que está reñido con las críticas continuas, que tanto se oyen por ahí, desacreditando al profesorado, el colegio o a los trabajos escolares. No olvidemos que nuestros hijos tendrán la actitud que tengamos nosotros hacia los deberes. Somos su ejemplo.
- Marcando su camino y orientándolos. Lo que no quiere decir haciendo los deberes por ellos. Como decía María Montessori ‘cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para su desarrollo’.
- Enseñándoles a organizarse, como les enseñamos a ordenar su ropa.
- Transmitiéndoles la idea de que el tiempo es muy valioso. Los estudiantes que hacen las tareas y que, además, invierten poco tiempo y son los más exitosos. Las nuevas tecnologías pueden ser enemigas del aprovechamiento del tiempo. Los móviles, los chats y las redes sociales dificultan la concentración y la optimización del tiempo.
- Dejándoles aprender de sus errores. Si cometen un error o no entienden algo, no pasa nada. Nuestra labor no es que llevan los deberes perfectos, ni explicarles la lección. Nuestra tarea es exigirles responsabilidad para que lo intenten y aporten lo mejor de sí en cada momento.
Sí a los deberes razonables, progresivos y adecuados a la edad
Es necesario que cambiemos la visión que tenemos de los trabajos escolares. En vez de vivirlos como una condena, podemos verlos como una oportunidad para ayudar a nuestros hijos a crear hábitos de trabajo, orden y superación, a ser responsables y autónomos.
¿Qué exige esfuerzo? Sí, claro que sí. La maternidad y paternidad es esfuerzo constante. Pero no olvidemos que, si nuestros hijos empiezan a practicar desde pequeños, con nuestra guía, progresivamente, cuando lleguen a la adolescencia, tendrán asumido que ese es uno más de sus compromisos antes de irse a la cama.
Para terminar, deciros que tengo una larguísima lista de estudios empíricosdonde me he documentado para la elaboración del presente artículo. Si alguien está interesado en revisarlos, le ruego que me envíe un correo electrónico a mamenlsk2@gmail.com y con gusto se lo haré llegar.
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